SANTA MARÍA DEL RÍO

Podemos afirmar que es probable que se haya establecido durante el último cuarto del siglo XVI, posiblemente alrededor de un presidio militar fundado para proteger la frontera, y de una visita a convento franciscano. Sobre los primeros pobladores inferimos que en su mayoría fueron indígenas, otomíes, chichimecos, guachichilesy posteriormente tlaxcaltecas. Soldados y frailes españoles debieron haberse albergado en el fuerte y la visita del convento.

​

Primo Feliciano Velázquez en su obra Historia de San Luis Potosí relata las primeras noticias que se cuentan de Santa María del Río, pero aclara que todas las fechas anteriores a 1591 parecen poco verídicas por imprecisiones en los nombres y en los hechos con los que están vinculadas.

​

Una parte importante de los documentos que hablan sobre el origen del pueblo, fue publicada por Primo Feliciano Velázquez en su Colección de Documentos para la Historia de San Luis Potosí. Entre estos, destaca la merced de tierras otorgada en la ciudad de México a Alonso de Santa María. Hijo del conquistador Juan de Santa María, “así como los indios e indias de Santa María del río", en febrero de 1592. Se consideraba entonces que Santa María del Río se ubicaba en la frontera chichimeca del partido de San Luis Potosí.

​

Diez años después, en 1602, ante  el alzamiento de indios guazancores y samues cercanos a la comarca del Río Verde, las autoridades virreinales temieron que la insurrección alcanzara a los indios “de nación chichimeca que están poblados de paz en el pueblo de Santa María y sus comarcas”, por lo que los mandaron mudar al Valle de Francisco (hoy Villa de Reyes), donde pudiesen estar más protegidos por la población española. Los documentos indican que después de haberse mudado al Valle, donde había un fuerte de guerra, pasaron al Puesto espiritualmente  por dos religiosos franciscanos y alimentados por la Real Hacienda. Alonso Pérez de Cocanega, provincial de la  Santa Hermandad, que tenía sus haciendas de labor y de ganado cerca del puesto de Atotonilco, promovió la restitución de los indios chichimecos al pueblo de Santa María. La mudanza demoró algún tiempo, pues si bien fue aprobada en 1607, se concretó hasta 1610. El pueblo de Santa María distaba 4 lenguas del pueblo Atotonilco, que se encontraba en el camino real que iba de las minas de San Luis Potosí a la ciudad de México. Alonso Pérez de Bocanegra se comprometió a dotarlos de implementos para labranza y riego; a vestir a los indios principales  a sus mujeres; a entregar un par de bueyes a cada uno de estos indios; a darles una carreta para todos, más una cantidad de oro para la construcción de la iglesia y sus nuevos hogares.

​

El 4 de mayo de 1610 se estableció el nuevo pueblo de Santa María del Río. Los indígenas tomaron los solares que mejor les parecieron, y señalaron sitio apropiado para iglesia, casa y huerta de los religiosos franciscanos.

​

 A finales del siglo VIII la jurisdicción de Santa María del Río se distinguió por la restauración del mineral del Durazno, de donde se extraía azogue indispensable para la refinación de la plata, y fue notable por su producción abundante. En este punto es importante hacer mención que el territorio que abarcaba las antiguas jurisdicciones se ha modificado mucho con el transcurso del tiempo y de las circunstancias históricas. Así que la extensión de la jurisdicción de Santa María del Río ha tenido diversos cambios.

​

Durante la Guerra de Reforma, la Sierra Gorda fue refugio de los conservadores, por ello el municipio de Santa María del Río tuvo un intenso movimiento tanto en tropas liberales como conservadoras. A partir de 1861, la Villa de Santa María del Río ascendió a la categoría de ciudad.